Cuando Todo y Nada
ya no sean contrarios
sinó reflejos de Lo Mismo,
ya no sean contrarios
sinó reflejos de Lo Mismo,
Nacerás con cada inspiración,
morirás con cada espiración.
Y la Vida se te revelará
en su Éter/nidad,
ajena a los condicionamentos
que conlleva la Mater/ia.
Hubo quién le llamó
Renacer en el Espíritu.